Últimamente me he estado comiendo la cabeza a la hora de
clasificar mi novela. Sé que es fantasía, de eso estoy seguro, pero al querer
ahondar un poco más en el sub género, me he dado cuenta de que no puedo
clasificarla como Fantasía Épica sin más, como yo tenía en mi mente
inicialmente. Existen multitud de sub géneros y de factores a tener en cuenta a
la hora de clasificar una obra. Por lo tanto, me he propuesto hacer una
clasificación entre los distintos géneros para ayudarme a mí mismo y a
cualquiera en mi situación.
¡Y maldita la hora! Existe una cantidad elevadísima de
información, mucha de la cual se solapa entre ella y es casi imposible
encontrar una definición cerrada de alguno de estos sub géneros. Siempre existe
algún elemento discutible o que ya se encuentra recogido en alguno de los otros
y no son pocos los que afirman que X e Y son en realidad el mismo sub género.
Es por eso que me he decidido a hablar de forma genérica de
algunos de estos sub géneros, dando una aproximación más personal de lo que yo
creo que incluye cada uno.
Además, he descubierto que rara vez podemos encontrar una
novela que cumpla al 100% los elementos que la clasifiquen en uno u otro
género. Por lo tanto, la primera conclusión que podemos sacar es que las
fronteras de la Fantasía Épica se diluyen entre los distintos sub géneros. Comencemos por la definición de Fantasía Épica.
¿Qué es la Fantasía Épica?
La Fantasía Épica es un sub género de la fantasía que
generalmente tiene lugar en un mundo distinto al nuestro y que comparte
elementos comunes con los períodos de la Edad Media o la Antigüedad de nuestra
historia. Entre los elementos que lo caracterizan, destacan la existencia en
mayor o menor medida de magia y de criaturas o razas fantásticas, como dragones
o elfos. También suele existir una separación muy clara entre el bien y el mal,
aunque no tiene por qué ser el caso.
Hasta aquí todo bien, es una definición un poco genérica y
poco concisa, pero aquí es donde los sub géneros comienzan a entrar en acción.
Para mí, la Fantasía Épica puede dividirse en los siguientes
sub géneros. Recordemos que es una visión personal que muchas veces tiene que
ver más con la estructura de la novela que con la historia en sí misma.
Alta fantasía
La Alta Fantasía se caracteriza por la complejidad del mundo
fantástico y de las sociedades que lo habitan, con numerosos seres fantásticos
que contribuyen activamente a la historia. Son además mundos en los que la
magia es un elemento muy recurrente y casi cotidiano por los habitantes del
mismo.
Suelen ser sagas que cuentan con varios libros y cuentas
historias cuya epicidad trae consigo grandes cambios en el mundo fantástico.
También suele contar con numerosos personajes que, generalmente, se diferencian
por su raza o por sus aptitudes. Los personajes no suelen ser tan complejos
como en la Baja Fantasía, salvando si acaso a los protagonistas.
Ejemplo: El Señor de los Anillos
Baja Fantasía o Fantasía Realista
La principal diferencia de la Baja Fantasía con la Alta se
encuentra en el nivel de magia del mundo fantástico. Normalmente la magia es un
elemento inexistente o más cercano a las leyendas que a la realidad. Esto no
quiere decir que la magia no se use en este tipo de novelas, pero su uso será
más excepcional.
El centro de la historia en este caso no se encuentra en la
complejidad de los elementos mágicos, sino de los personajes, que serán los que
hagan avanzar la historia con sus decisiones. Por lo demás, también suelen ser
grandes sagas que cuentan historias muy épicas que involucran varios ejércitos
y conflictos. Suele ser un sub género más cercano a nuestra realidad, aunque en
un universo completamente ficticio.
Ejemplo: La Saga de Canción de Hielo y Fuego
Espada y Brujería
El género de espada y brujería fue muy común durante los
años 30 y más tarde en los 70 y 80. Se trata de un género en el que se suele
seguir a uno o dos personajes en sus aventuras dentro de un mundo de fantasía
en el que existen bestias mitológicas y suele haber un malo muy malo
(generalmente un archimago, un archidemonio o un archialgo). Es lo más cercano
a una partida de rol de D&D con un par de amigos, contiene un gran
componente bélico y muchas batallas a nivel de escaramuzas (sin involucrar
grandes ejércitos).
Ejemplo: Conan el Bárbaro
Fantasía heroica
Esta clasificación es la más personal. Para mí, la fantasía
heroica es aquella que, dentro de lo que hemos considerado Fantasía Épica en su
definición más genérica, sigue casi a rajatabla el Viaje del Héroe.
Es decir, un personaje protagonista que sufre una llamada a
la acción que le obliga a abandonar su hogar o situación inicial. El héroe
emprende un viaje en el que se encuentra con una serie de personajes y adquiere
una serie de conocimientos que le ayudan a superar los peligros que encuentra a
lo largo de su camino. Suele acabar volviendo de nuevo a su hogar o a una
situación similar a la que se encontraba cuando empezó. Sin embargo, al final
del viaje el protagonista ha crecido gracias a los conocimientos que ha
adquirido durante su viaje, por lo que, aunque su situación no cambia mucho, sí
lo hace su percepción del mundo y su actitud.
Ejemplos: El Hobbit
Grimdark
El Grimdark es un tipo de fantasía que se caracteriza por la
oscuridad y la brutalidad de sus tramas y sus descripciones. La sangre y las
violaciones probablemente estén a la orden del día y la lectura de estas obras
suele dejar a los lectores un sabor agridulce e incómodo (Salvo a los sadomasoquistas
como yo que devoran este tipo de historias). Si Tarantino hiciera una película
de fantasía, sería Grimdark.
Ejemplo: La Saga de Canción de Hielo y Fuego (Así es, pongo
el mismo ejemplo aquí que en Baja Fantasía, ya que como dije las barreras de la
fantasía se diluyen de un sub género a otro).
Dark Fantasy o Fantasía Oscura
La Fantasía Oscura, al igual que el Grimdark, incluye
elementos oscuros y brutales en sus tramas. La principal diferencia es que la
fantasía que se presenta en estos casos se entremezcla con el género de terror,
por lo que es normal ver vampiros y demonios pululando por sus páginas.
Ejemplo: La saga de videojuegos Diablo y las novelas que lo
acompañan.
Fantasía Histórica
Es este caso no nos encontramos en un mundo fantástico sino
en una realidad muy similar a la de nuestra historia, con la única diferencia
de que existen elementos fantásticos. El transcurso de la historia puede llevar
a conectar con nuestra realidad actual o puede reinventar completamente nuestra
historia.
Ejemplo: Las leyendas artúricas.
Como veis existen numerosos sub géneros dentro de la Fantasía
Épica y alguno más que me habré dejado en el tintero. Muchas novelas beben de varios de ellos a la vez, creando combinaciones
y sub-sub-géneros cada vez más enrevesados e interesantes.
Mirando atrás y conectando con el inicio de este extenso
artículo. Si tuviera que clasificar mi novela utilizando los sub géneros de
fantasía épica aquí presentados me decantaría por una combinación de los
siguientes:
- Baja Fantasía
- Espada y Brujería
- Grimdark
¡Uf! Ahora puedo respirar más tranquilo…
No, la verdad que no.
Como conclusión puedo añadir que, a la hora de escribir, no
deberíamos obsesionarnos con los géneros o los elementos que va a contener
nuestra historia, sino en la historia en sí misma. Disfruta escribiendo y
disfruta haciendo llegar tu relato a tus lectores. Al igual que en tu vida
diaria, no te preocupes de las etiquetas porque ellas nunca definirán la
calidad de tu libro. Al final del día, serán las palabras de tu novela, y no las etiquetas que le impongan, las que
mejor definan su contenido.
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