¿Y por qué no?
La fantasía es un género que me ha llamado toda la vida. Desde que tomé entre mis manos el primer libro de este género, supe que la fantasía corría por mis venas, algo que se confirmó más tarde con películas tan míticas como ochenteras de la talla de Cristal Oscuro o La historia Interminable.
El crear mundos de fantasía también es algo que he hecho antes incluso de ser consciente de ello. A veces dormía abrazado a mi peluche favorito, imaginando que volábamos juntos lejos de allí, a un mundo lleno de magia y seres extraordinarios. Tomaba ingredientes de mis películas y videojuegos favoritos para salpimentar mis sueños y alejar las sombras que creía atisbar desde la puerta del pasillo. Cuando crecí (si es que alguna vez lo hice) pensé que tendría que dejar atrás mis ensoñaciones de juventud, que no tendrían cabida en mi vida adulta. Qué equivocado estaba…
La fantasía siempre ha estado y siempre estará conmigo. Me ayudó a desarrollar mi personalidad y mi creatividad, algo que uso diariamente en mi trabajo. Sí, aunque parezca mentira la fantasía me ha ayudado a crecer tanto personal como profesionalmente.
Hay quien dirá que por qué concentrarse en mundos que no existen teniendo un mundo real entero por explorar. No creo que una cosa esté reñida con la otra, la fantasía es sólo un complemento más de mi vida diaria, me ha impulsado a salir de mi casa y conocer otros países. Y con cada nueva ciudad que he visitado mi fantasía se ha alimentado, pensando en posibles historias que podrían haber transcurrido en aquél castillo o en aquella otra calle.
Hay quien dirá que por qué concentrarse en mundos que no existen teniendo un mundo real entero por explorar. No creo que una cosa esté reñida con la otra, la fantasía es sólo un complemento más de mi vida diaria, me ha impulsado a salir de mi casa y conocer otros países. Y con cada nueva ciudad que he visitado mi fantasía se ha alimentado, pensando en posibles historias que podrían haber transcurrido en aquél castillo o en aquella otra calle.
¿Que por qué escribo fantasía?
Si puedo ayudar al menos a una persona a escapar de la realidad, a soñar con tierras lejanas y a sonreír con mis mundos imaginarios, entonces escribir fantasía habrá valido la pena. Pero sobre todo, recomiendo escribir fantasía si el hacerlo te ayuda a evadirte, si disfrutas creando personajes excepcionales o ideando culturas imposibles. Escribe fantasía si el hacerlo te ayuda a desarrollar tu creatividad. Escribe fantasía si disfrutas haciéndolo y no dejes que nadie, nunca, te diga que lo que escribes no tiene sentido porque no es real. Más bien compadécelos, porque nunca podrán disfrutar de las delicias de la fantasía.
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