sábado, 12 de marzo de 2016

Reseña - El Dragón de Hielo



Recientemente he podido adquirir una versión preciosa de “El Dragón de Hielo”, de George RR Martin, en versión original e ilustrada por Luis Royo. Para el que no lo sepa, George RR Martin es el autor de la archiconocidísima saga “Canción de Hielo y Fuego” adaptada como “Juego de Tronos en la HBO.

Hay quien dice que “El Dragón de Hielo” está basada en el mundo de Canción de Hielo y Fuego, algo que Martin ya ha desmentido, ya que creó este cuento infantil antes incluso de publicar el primer libro de la saga.

La historia trata de una familia de granjeros que vive en un país en constante guerra con uno de sus vecinos. Nunca se menciona el nombre de los países pero ni falta que hace, ya que la historia se centra en la pequeña Adara, la más pequeña de la familia. Adara nunca conoció a su madre, ya que murió en el parto. De alguna manera se deja entrever que esta muerte ha afectado a la familia, ya que su padre la mira diferente que al resto de sus hermanos y ella misma tiene problemas para relacionarse con otras personas. Adara tiene además una conexión especial con el invierno y cada vez que llega esta estación sale a jugar con la nieve, hasta que un día se encuentra con un enorme y precioso dragón de hielo.

La historia es muy bonita y está muy bien contada, no se puede esperar menos de Martin, que te sumerge en los bosques invernales que visita la pequeña Adara y presenta criaturas fantásticas a la par que adorables. Una de las cosas que más me llamó la atención fue la aproximación que se hace a la fantasía, quedando patente desde un principio la existencia de dragones pero alejada de la épica y la crueldad de otras obras de Martin. Es, en un sentido llano, un libro infantil que los adultos disfrutarán por igual, ya que hay determinados elementos que los niños no podrán captar.

Tampoco es un libro infantil al uso, pues estos normalmente tienen un final feliz con moraleja. Aquí encontramos la moraleja, pero el final feliz es un poco agridulce esta vez. No me hubiera importado si se hubiera detallado un poco más, pero el último capítulo fue muy abrupto y me quedé con ganas de más. No dudo que la historia daría para una novela de 500 páginas, pero no es el caso.

Aun así disfruté mucho de este libro que recomiendo a todos aquellos que disfruten soñando despiertos. Es muy cortito y es también una buena opción para introducir a los niños en la fantasía así que si tenéis hijos o sobrinos, no dudéis en conseguirles una copia de “El Dragón de Hielo”. 

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