sábado, 16 de diciembre de 2017

Mi experiencia con el #NaNoWriMo2017


Saludos fantasios. En mi último artículo desvelé que iba a participar en el desafío del NaNoWriMo (National Novel Writing Month). Es decir, ser capaz de escribir 50.000 palabras (a ser posible una novela entera) en tan solo 30 días, durante el mes de noviembre. Era la primera vez que participaba en este evento y no sabía como me iba a ir, pero lo afronté con ilusión y curiosidad. A continuación, mi experiencia con el #NaNoWriMo2017.

Más abajo podéis ver cómo fue mi mes de noviembre, con sus más y sus menos. Yo partía con ventaja, ya sabía lo que quería escribir, había hecho mi esquema de cómo iba a transcurrir la historia y había desarrollado a los personajes. Solo me quedaba escribir. Y ese es mi primer consejo: Preparar con anticipación el contenido de la novela que vas a escribir durante el NaNoWriMo. En serio, vas a ahorrar un montón de tiempo porque incluso teniéndolo todo planeado había veces que me quedaba minutos delante de la pantalla pensando en cómo desarrollar determinadas ideas. Incluso me alejé de mi esquema principal (no fue culpa mía, sino de mis personajes que no me respetan), así que tener algo a lo que agarrarse siempre viene bien.


Otro consejo importante es el de planificarse los días con anticipación. Yo sabía que tenía que escribir un mínimo de 1.600 palabras al día, lo cual no es fácil porque yo trabajo de 9 a 5 y no tengo muchísimo tiempo para escribir. Por eso me decidí a levantarme una hora antes y concentrarme en escribir, luego me duchaba y me iba a trabajar. Por la tarde llegaba a casa y me daba tiempo de hacer algo antes de sentarme otra vez a escribir y no me era muy difícil alcanzar el límite de 1.600. Por lo menos al principio… pero eso casa con mi siguiente consejo.

Mantente motivado. Yo empecé con mucha fuerza, pero conforme avanzaban los días comencé a escribir menos y menos hasta que a mediados de mes peté. Me costaba mucho más sentarme a escribir y el levantarme tan temprano empezaba a pasarme factura. Por eso es importante no quemarte al principio y tomártelo con calma. El problema fue que a mitad de mes unos amigos me dijeron que venían a visitarme a Inglaterra, lo que me metió mucha más presión para escribir por anticipado lo que tendría que hacer cuando ellos estuvieran aquí. Eso fue una presión innecesaria, porque al final el que ellos estuvieran aquí me sirvió para relajarme y olvidarme de la novela por unos días, lo que luego me impulsó a cogerla con más ganas al final del mes.

Los últimos días me los tomé con más calma y mereció la pena, ¡Conseguí superar el reto del NaNoWriMo! Además, casi conseguí terminar la novela que estaba escribiendo y solo queda darle un empuje adicional a la historia para terminar el primer borrador. Luego tocará editar y corregir, pero espero poder publicarla en 2018, a ser posible durante la primera mitad del año. Aun así estoy muy contento y muy orgulloso conmigo mismo.

De momento no hay título definitivo, así que se queda como Project A :)

Sin embargo, cuando terminé el reto del NaNoWriMo descubrí que también tuvo sus efectos negativos. Acabé algo hastiado de escribir y desde entonces no he vuelto a tocar la novela. Para mí escribir siempre ha sido un placer, algo que me gustaba hacer, pero al convertirlo en una obligación, y más una tan exigente en número de palabras, parte de la gracia se perdió. Sentí que necesitaba tomarme un tiempo para alejarme de la novela y poder volver a cogerla con ganas e ilusión, por lo que espero que enero empiece de manera productiva.

Por otro lado, otra consecuencia negativa que noté es que la calidad de mis textos disminuía. El NaNoWriMo te pide cantidad, pero no calidad, por lo que siempre acababa descontento con lo que mis dedos tecleaban, pero nunca volví para atrás a reescribir. Primero, porque en la fase de escritura solo se debe tirar palante, sin reescribir. Y segundo porque el NaNoWriMo no te da opción a reescribir porque acabas trastocando la cuenta de palabras. Tampoco es algo muy grave, porque para eso están las correcciones y las relecturas, pero es algo que merece la pena destacar.

Terminando ya, solo diré que no me arrepiento de haber aceptado este reto, pero no sé si lo repetiré el año que viene. Drena bastante, sobre todo si tienes otras obligaciones además de escribir y puedes terminar muy cansado al final del mes. Por otra parte, el avance que le he dado a la novela es increíble y el pensar que solo me quedan unos capítulos para terminarla, aunque sea escrita de aquella manera, es algo que me ilusiona bastante. Supongo que el año que viene tendré que analizar pros y contras antes de lanzarme a repetir el desafío.

¿Y vosotros? ¿Habéis participado en el desafío del NaNoWriMo? ¿Cómo os ha ido? Hacédmelo saber en los comentarios. Y si no nos vemos antes (Complicado, que me piro de vacaciones), pues Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo. ¡Nos vemos el año que viene!

2 comentarios:

  1. Interesantísimo relato de tu experiencia, Mark. Desde luego tomo nota para el futuro... aunque reconozco que a las 8 de la mañana no sería capaz de escribir ni mi nombre. Enhorabuena por el objetivo cumplido. Saludos!

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    1. Muchas gracias David! Me alegro de que te haya sido de utilidad.

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