Tenía pendiente desde hace tiempo leerme una de las joyas de
la bibliografía de Nail Gaiman, autor inglés creador de mundos de fantasía y de
obras de la talla de Sandman o El Libro del Cementerio, entre otras. La primera
vez que oí hablar de esta novela fue con el estreno de la versión
cinematográfica (lo sé, merezco una paliza).
10 años han pasado desde el estreno de la película y por fin
he tenido la oportunidad de hacerme con el libro, en versión original además, y
he de decir que me ha sorprendido mucho más de lo que esperaba. ¡Demasiado
tiempo he tardado en leer esta joya!
La historia transcurre entre la Inglaterra victoriana y un
mundo de fantasía en el que habitan brujas, elfos y otros seres asiduos en este
tipo de historia. El protagonista de la historia es Tristran Thorne, un joven
que ha vivido toda su vida en la aldea de Wall (Muro), llamada así por estar
situada junto a un muro que separa el mundo mortal del de fantasía. A pesar de
que Tristran se ha criado en el mundo mortal, al principio de la novela nos
desvelan que se verdadero origen se encuentra en el mundo fantástico, siendo
solo mitad mortal.
En su adolescencia Tristran se enamora de otra chica de la
aldea, Victoria XXX, y para conseguir su amor le promete que hará cualquier
cosa que ella le pida. En ese momento una estrella fugaz aparece en el cielo y
Victoria le pide que le traiga esa estrella, pensando que el joven no la tomará
en serio. Poco sabía ella de la determinación de Tristran, que sin pensárselo
se embarca en una aventura para conseguir la estrella caída y el corazón de su
amada.
A lo largo del libro nos presentan una serie de personajes
interesados en conseguir la estrella caída, cada cual con motivaciones más
oscuras que el anterior. Pero sin embargo quien nos robará el corazón será la
propia estrella, que al caer en la tierra aparece con forma femenina. De nombre
Yvaine, la joven intentará huir de todos aquellos que pretenden usarla en beneficio
propio hasta que se cruza con Tristran, con el que tendrá que aprender a
llevarse bien si quiere sobrevivir.
Una de las cosas que más me ha gustado del libro es el hecho
de que, partiendo de varios personajes, Gaiman es capaz de entrelazar sus
historias hasta que al final un único final sirve para cerrar todos los arcos.
Eso sí, esas últimas líneas me llenaron de tristeza porque, aunque es un final
feliz, tiene un giro melancólico que hicieron que se me saltaran las lágrimas.
En resumen, un libro de fantasía de los de antes, con
héroes, villanos, magia que a veces es algo difícil de comprender y un viaje
del héroe que no se hace largo en ningún momento y que no depende del
protagonista en exclusiva para contar una buena historia.
¿Habéis leído Stardust? Contadme, ¿os ha gustado tanto como a mí?
¿Habéis leído Stardust? Contadme, ¿os ha gustado tanto como a mí?
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