Hacía tiempo que había oído hablar de la saga de Las Crónicas del Mago Negro, de la
autora australiana Trudi Canavan. No recordaba la última saga de fantasía que
había empezado, así que cuando tuve la ocasión de comenzar a leer el primer
libro de la saga, no lo dudé. Sin embargo, el resultado no ha sido tan
agradable como imaginaba.
El Gremio de los Magos
es una novela de fantasía medieval que transcurre en la ciudad de Imardin. Allí
conoceremos a Sonea, una joven que de la noche a la mañana descubre que tiene
poderes mágicos, algo poco común entre los que son de origen pobre como ella.
Tradicionalmente solo aquellos de procedencia noble tenían acceso al gremio de magos
que se encuentra en la ciudad. Sin embargo, debido al peligro que supone dejar
a una maga novata suelta y al potencial que los hechiceros perciben en ella,
éstos deciden buscarla para acogerla entre sus muros y enseñarle a contener sus
poderes.
Desconocedora de las intenciones de los magos, Sonea acude a
su amigo Cery, un raterillo de tres al cuarto, para que la ayude a esconderse
de ellos. Y así transcurre la mitad del libro, con un juego del ratón y el gato
del que uno se cansa muy pronto. Las tretas de Cery llegan a aburrir al poco
tiempo y el poco avance que hay en el personaje de Sonea es sonrojante, sobre
todo teniendo en cuenta que es la protagonista. Lo único que piensa es que los
magos son malos y que solo Cery puede ayudarla, por fortuna en la segunda mitad
del libro sí que cobra algo más de interés. No entiendo por qué la autora
alargó innecesariamente una parte del libro que podía haberla contado en la
mitad de páginas, o menos.
Cuando finalmente Sonea es capturada (como inevitablemente
se veía venir), el ritmo del libro mejora notablemente, pero encontramos un
nuevo escollo en la presentación del resto de personajes. Desde el comienzo nos
presentan a un montón de magos con distintos títulos y con sus propias guerras
internas, algo que confunde bastante ya que ninguno de ellos es lo
suficientemente interesante como para que les prestemos atención o para
diferenciarlo de los demás.
De los personajes no destaco a ninguno, ya que todos me
parecieron, o bastante planos, o muy típicos. La historia no termina de
arrancar, salvo en los últimos capítulos, cuando hay algo más de chicha, pero
incluso ahí la narración cojea un poco, como si la autora pretendiera
presentarnos un mundo con solo unas pinceladas. A pesar de no ser gran fan de El Nombre del Viento, la presentación de
la Universidad que se hace en él es muchísimo mejor que lo que nos presentan en
esta novela. Imagino que la autora profundizará más sobre ello en futuros
libros, pero si no consigues enganchar con el primero, ¿para qué seguir
escribiendo?
Yo me bajo aquí, El
Gremio de los Magos ha sido una desilusión que pone colofón a un año en el
que la mayoría de los libros que me he leído me habían gustado, pero qué se le
va a hacer. A otra cosa mariposa.
Este será mi último post del año, ya que mañana empiezo las
vacaciones. Os deseo a todos un Feliz Año Nuevo y unas Felices Fiestas. Espero
volver en enero con energías renovadas para lo que será un año de muchas
emociones.
Ya os contaré…
¡Un saludo!
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